
Procedimiento de las lentes Presb-ICL
Es rápido, mínimamente invasivo y tan sencillo como era darle al Play en tu Walkman. Pero, a diferencia de las cintas para el pelo, la visión clara no tiene por qué ser una cosa del pasado.

Procedimiento de las lentes Presb-ICL:
Qué puedo esperar
Con las lentes Presb-ICL puedes esperar un procedimiento ambulatorio rápido de 20 a 30 minutos con una recuperación de bajo mantenimiento, y una visión más clara casi inmediatamente.

Un hoy más claro
Disfruta de la vida enfocada. Desde ver a los niños jugando en el jardín a leer por segunda o tercera vez tu libro favorito, descubre lo que se siente al rebobinar la visión y tener de nuevo una visión increíble sin necesidad de gafas o lentes de contacto.
¿Cuáles son los riesgos?
Como en todos los procedimientos médicos es importante conocer los posibles riesgos y complicaciones. Habla con tu médico para conocer mejor los riesgos de las lentes Presb-ICLL y de cualquier procedimiento de cirugía refractiva.
Información importante de seguridad
de las lentes Presb-ICL
Antes de tomar la decisión de someterte a una intervención con las Lentes Presb-ICL, deben realizarte un examen ocular completo y debes hablar con tu oftalmólogo sobre dicha intervención, en concreto sobre los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Es conveniente que también habléis sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención. La Lente Presb-ICL está diseñada para la corrección/reducción de hasta -20 dioptrías (D) de miopía con o sin presbicia para pacientes con edades comprendidas entre los 21 y los 60 años, y para pacientes a partir de 21 años que hayan sido tratados con una lente intraocular. La implantación de la Lente Presb-ICL es una intervención quirúrgica y, como tal, conlleva riesgos potencialmente serios. A continuación se indican las posibles complicaciones o acontecimientos adversos: intervenciones quirúrgicas adicionales; formación de cataratas; pérdida de la mejor agudeza visual corregida transitoria o persistente; aumento de la presión dentro del ojo; pérdida de células en la superficie más interna de la córnea; irritación conjuntival; tumefacción corneal; endoftalmitis (infección de todo el ojo); deslumbramiento significativo o halos alrededor de las luces; hipema (sangre en el ojo); hipopión (pus en el ojo); infección ocular; dislocación de la Lente Presb-ICL; edema macular; pupila no reactiva; glaucoma con bloqueo pupilar; inflamación ocular grave; iritis; uveítis; pérdida vítrea y trasplante de córnea.
Preguntas frecuentes
No. Las lentes Presb-ICL se colocan detrás del iris (la parte coloreada del ojo), donde no son visibles ni para usted ni para los demás. Solo su oftalmólogo podrá decir si se ha producido la corrección de la visión.
Normalmente las lentes Presb-ICL no se notan después de su implantación. No se adhieren a ninguna estructura del interior del ojo y no se suelen mover después de colocarse.
Las lentes Presb-ICL están diseñada para permanecer en su sitio sin mantenimiento. Si fuese necesario en el futuro, su oftalmólogo podrá retirárselas. Si su médico le retira la lente, perderá el beneficio de su corrección de la visión.
Información importante de seguridad
de las lentes Presb-ICL
Antes de tomar la decisión de someterte a una intervención con las Lentes Presb-ICL, deben realizarte un examen ocular completo y debes hablar con tu oftalmólogo sobre dicha intervención, en concreto sobre los posibles beneficios, riesgos y complicaciones. Es conveniente que también habléis sobre el tiempo necesario para la recuperación tras la intervención. La Lente Presb-ICL está diseñada para la corrección/reducción de hasta -20 dioptrías (D) de miopía con o sin presbicia para pacientes con edades comprendidas entre los 21 y los 60 años, y para pacientes a partir de 21 años que hayan sido tratados con una lente intraocular. La implantación de la Lente Presb-ICL es una intervención quirúrgica y, como tal, conlleva riesgos potencialmente serios. A continuación se indican las posibles complicaciones o acontecimientos adversos: intervenciones quirúrgicas adicionales; formación de cataratas; pérdida de la mejor agudeza visual corregida transitoria o persistente; aumento de la presión dentro del ojo; pérdida de células en la superficie más interna de la córnea; irritación conjuntival; tumefacción corneal; endoftalmitis (infección de todo el ojo); deslumbramiento significativo o halos alrededor de las luces; hipema (sangre en el ojo); hipopión (pus en el ojo); infección ocular; dislocación de la Lente Presb-ICL; edema macular; pupila no reactiva; glaucoma con bloqueo pupilar; inflamación ocular grave; iritis; uveítis; pérdida vítrea y trasplante de córnea.